La familia es el componente principal y básico de la sociedad, constituye el primer circulo social para los niños, es el reconocimiento del yo, se forjan los cimientos de la persona de los 0 a los 6 años para el resto de la vida, es allí donde tiene su primer contacto afectivo, de protección y cuidado. Es por eso que debemos ser conscientes de la importancia de la familia para la sociedad educar ciudadanos de bien.
Visón de la familia para Dios
Análisis Estadísticos de las familias en Colombia
Sin embargo, la realidad de muchas de las familias en Colombia se da desde un contexto socio económico complejo, carencia afectiva y violencia intrafamiliar, acompañados de difícil acceso a la educación, TICS y una restringida alimentación o desnutrición por escasos recursos. Infortunadamente este contexto vulnera los derechos de los niños, afectando directamente el desarrollo cognitivo, emocional y social de los infantes, lastimosamente el resultado es adultos con infancias por sanar, afectados emocional y físicamente, agresivos, con problemáticas ya no solo internas a nivel familiar sino también socialmente donde hubo ausencia de principios y valores a causa de una dinámica familiar compleja por la falta de desarrollo y oportunidades.
La estructura familiar en nuestra sociedad
“En 2019 de un total de 14.911.127 hogares el 55,9% son nucleares es decir que están conformados por los dos padres y 40 por ciento de los niños vive con otras personas además de su familia, así mismo ha aumentado la proporción de niños que nacen fuera del matrimonio a más del 80 por ciento de los nacimientos vivos, cedido espacio a la familia extensa, conformada por abuelos, tíos y otros familiares”
Para muchos estos datos son alarmantes y sugieren que la familia está en una crisis y en esta situación los únicos perjudicados son los niños.
De igual forma, situaciones como los insultos, injurias, aislamiento, rechazo, amenazas, in- diferencia emocional y violencias generan desconfianza por parte de los niños, niñas o adolescentes en su hogar, en su núcleo familiar y en su entorno que deja de constituirse como protector, generando inestabilidad emocional al tiempo que se socava la estructura familiar. (Observatorio del bienestar de la niñez, ICBF)
¿Cómo se puede contribuir para que la familia sea base y cimiento firme para la vida de los niños como futuros ciudadanos?
¿Qué tipo de seres humanos se quiere formar y ofrecer a la sociedad?
Como sociedad es necesario volver a la visión sagrada de la familia, esa que formó Dios desde su corazón. Ejemplificándola como prioridad de amor, respeto, fe y protección, donde lo que se vive, se dice y se hace. Levantar generaciones replicadoras de lo que reciben en el hogar porque es el primer y más importante lugar de formación y educación del ser humano.
La familia siempre será la respuesta para edificar la sociedad.
Como padres y formadores tenemos la capacidad y responsabilidad de formar ciudadanos de bien que aporten y contribuyan impactando positivamente al mundo entero.
Entonces, ¿Cómo edificamos personas de bien desde la familia?
Ser protagonista es cuando hay apropiación de la educación, crianza y acompañamiento de los niños mientras crecen. No solo de los niños sino de todo el sistema familiar.
Sin gritos, amenazas, violencia ni etiquetas. Comunicando y dialogando, acompañando emociones y guiando desde la comprensión y el amor.
Educar en la fe, formándolos y despertando en ellos el amor a Dios por todo lo que Él es y nos enseña, es primordial en la formación del ser. Una forma natural desde los primeros años de vida es hablarle y enseñar el ejemplo de Jesús y cómo caminar con Él en el día a día. La herencia más importante es la fe, la certeza de tener un padre vivo que está para cada uno con su inagotable amor. Promulgar la fe rescata el valor de la familia y brinda al mundo personas de bien, virtuosas y con voluntad de servicio.
No compares ni afanes su desarrollo cada niño es un universo único con un ritmo evolutivo particular. Respeta, motiva y acompaña desde el amor.
En casa se aprende el respeto por el otro, la tolerancia y la generosidad, la honestidad, el valor de la palabra. Se edifica la autoestima, la honestidad, puntualidad, humildad y la lealtad.
La comunicación asertiva, el autoconocimiento, hacerlos parte de un equipo llamado familia, con una escucha activa y respeto por el otro
La inteligencia emocional es pilar fundamental para el desarrollo, conocer cada emoción, saber que no existen emociones malas, aprendiendo a interiorizarlas y dejarlas fluir. Facilita mecanismos e instrumentos para la gestión emocional.
Una autoridad firme sin caer en autoritarismo, adecuados para cada edad y etapa, respetuosos, siendo conscientes que son y actúan como niños.
Estableciendo tareas y responsabilidades apropiadas para su respectiva edad, instaurando el orden, autocuidado y el cuidado por su entorno.
Es muy importante forjar el sentido de pertenencia que inicia con las labores del hogar.
El juego como medio de aprendizaje, el contacto con la naturaleza, exploración de los sentidos y situaciones o actividades que incentiven el desarrollo de habilidades cognitivas, motrices, sociales, espirituales y emocionales como parte de la integralidad y la formación del ser.
Para pensar
“La calidad de la crianza, no es un tema menor, ni un asunto más que atender. Es el epicentro de los problemas humanos y sociales y debe importar a todos, hombres y mujeres, seamos o no padres o madres.
De cómo criamos hoy a nuestros niños y adolescentes, dependerá que construyamos un mundo más humanizado o un mundo con más cárceles y hospitales.
Individuos, sociedad, empresas, instituciones, gobiernos, todos debemos cerrar filas para proteger y promover una crianza y educación basada en el amor, el compromiso emocional, empatía, respeto y dignidad.”